San
Juan Xecul se halla a 18 kilómetros de Totonicapán, en la base del
monte Chuicul. Aquí se logra admirar un divino templo del siglo XVI con
una ficticia fachada de color amarillo brillante que muestra santos y
ángeles sentados junto a mazorcas de maíz y aves quetzal. El amarillo
brillante es igualmente el color del huipil local usado por las mujeres
que viven aquí.
Momostenango
Situado
a 35 kilómetros de Quetzaltenango y 33 kilómetros de Totonicapán, esta
población es popular por su gran diversidad y calidad de mantas y
ponchos Momostecan. La gente aquí aún utiliza el antiguo calendario maya
de 260 días. Momostenango significa Ciudad de los Altares. El sacerdote
quiché reza sobre los quemadores y altares que se logran hallar tanto
en el pueblo como en sus alrededores. Ellos predicen el futuro usando
semillas, cristales, frijoles y maíz. Muy cerca se hallan los populares
acantilados de Momostenango, juguetonas formaciones peñascosas creadas
por la erosión. El día primordial del mercado es el domingo.
San Francisco el Alto
San
Francisco el Alto se halla en la cima de una montaña alta de 2610
metros a 18 kilómetros de Totonicapán y a 17 km de Quetzaltenango. Es
usualmente una ciudad muerta durante la mayor parte de la semana,
excepto los viernes. Ese es el día de mercado y es cuando se trata de la
vida. El mercado más grande en el altiplano guatemalteco no es un
mercado tradicional de artesanías, sino un mercado típico de la vida
cotidiana, donde logras hallar cualquier cosa usada por los lugareños.
Entre los bienes comercializados se hallan animales, cultivos, semillas,
productos alimenticios, herramientas e hilo, productos que las personas
de las aldeas cercanas compran.
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